La presencia de litiasis (piedra) en las vías urinarias predispone a presentar dolor, infección, inflamación así como perdida de la función renal, por lo tanto, mientras no existan contraindicaciones siempre se deberá extraer el cálculo de la vía urinaria.
Dependiendo de la ubicación del lito, la dureza del mismo así como el tamaño, será el tratamiento de elección que se le dará al paciente.
Litiasis renal:
Paciente en los cuales su lito mida menos de 2 cm, así como menos de 1000 uh (dureza de la piedra), el paciente será candidato a litotricia extracorpórea (leoch), o ureterorrenoscopia laser.
Pacientes con litos mayores a 2 cm serán candidatos a nefrolitotricia percutánea.
Litiasis uretral.
El uréter es el conducto que comunica el riñón con la vejiga, el cual mide de 30 a 35 cm de largo y en su diámetro no sobrepasa los 6 mm.
Los litos que miden menos de 5 mm se recomienda manejo conservador (se utiliza tratamiento médico a base de medicamentos.
Los litos mayores a 6 mm valorar intervención quirúrgica siendo ureteroscopia el procedimiento de elección.
Vale recalcar que una obstrucción total antes de las 2 semanas no produce perdida de la función renal de irreversible.
Sin embargo, más de 6 semanas la pérdida de la función renal puede ser ya irreversible.
Litiasis vesical (piedras en la vejiga)
La litiasis vesical se produce por factores obstructivos urinarios bajos, los cuales se pueden originar comúnmente por hiperplasia prostática (crecimiento de la próstata) o estenosis de uretra.
El tratamiento de la litiasis vesical generalmente es quirúrgico, en el cual en litos pequeños y de mediano tamaño se puede resolver mediante endoscópica, ya sea usando litotriptor o laser, mientras litos de grandes dimensiones se opta por cirugía abierta.
Cabe resaltar que es importante resolver el factor que predispone la formación de piedras, es decir en litiasis vesical que se produce por obstrucción de la próstata es necesario resolver este problema para evitar la formación de nuevo de piedras.